La energía solar y los autos eléctricos siguen creciendo en el mundo

La ventana para limitar el calentamiento global causado por el hombre a un objetivo acordado globalmente se está reduciendo, pero aún sigue abierta debido al enorme crecimiento de la energía solar y el desarrollo del mercado de los autos eléctricos en todo el mundo.

La energía solar y los autos eléctricos, ¿son el modelo a seguir?

Durante los últimos dos años, el ritmo de aumento de otro tipo de energías, como la solar, y los medios de transporte que no utilicen combustible fósil, como los autos eléctricos, han estado en línea con el logro de  objetivos de reducción de emisiones que ayudarán a limitar el calentamiento a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales, según el Acuerdo de París y manifestado en un reciente informe publicado por la Agencia Internacional de Energía con sede en Estados Unidos (AIE). 

Si el objetivo planteado es que la energía renovable se triplique para el año 2030, es necesario que la venta de vehículos eléctricos aumente mucho más(el 70% de todas las ventas de coches en comparación con el 13% actual) y que las emisiones de metano del sector energético disminuyan en un 75% si el calentamiento global continúa. El mismo debe limitarse al objetivo del Acuerdo de París. 

Por otro lado, las inversiones en acción climática también deben aumentar, de 1.8 billones de dólares en 2023 a 4.5 billones de dólares anuales a principios de la década de 2030, según indica el informe. 

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, ha advertido sobre el cambio climático acelerado, pero se muestra positivo al mencionar que encuentra razones de esperanza en el impresionante crecimiento de las energías limpias. 

El informe destaca un aumento del 50% en la capacidad de energía solar en los últimos dos años y un impresionante incremento del 240% en las ventas de vehículos eléctricos.

¿Por qué los países subdesarrollados siguen dependiendo de los combustibles fósiles?

Los objetivos del informe son muy prometedores; sin embargo, escapan bastante de la realidad de los países más pobres.

Los estados más ricos y los prestamistas privados están atrapando a las naciones muy endeudadas en su dependencia de los combustibles fósiles.

La presión para pagar está forzando a las naciones empobrecidas a continuar invirtiendo en proyectos relacionados con combustibles fósiles para pagar préstamos que generalmente provienen de naciones más ricas e instituciones financieras, según un nuevo análisis realizado por activistas contra la deuda en colaboración con Debt Justice y sus aliados en países afectados.

El grupo está exigiendo a los acreedores que cancelen todas las deudas de los países que enfrentan esta crisis, especialmente aquellas vinculadas a proyectos relacionados con este tipo de combustible.

Los elevados niveles de deuda representan una barrera significativa para la transición gradual lejos de los combustibles fósiles en muchos países del sur global, según declaraciones de Tess Woolfenden, funcionaria de alto rango de políticas en Debt Justice. 

Según Woolfenden, la deuda de los países del Sur Global ha aumentado en un 150% desde 2011,y 54 países se encuentran en una crisis de deuda catastrófica, teniendo que gastar cinco veces más en pagos de intereses y amortización de deuda que en abordar la crisis climática.

Deudas vinculadas al petróleo, el ejemplo de Mozambique y Surinam 

Daniel Ribeiro, coordinador del programa de la campaña ambiental de Mozambique Justiça Ambiental, señaló que la deuda del país se duplicó debido a préstamos adquiridos sin la aprobación del parlamento, provenientes de bancos con sede en Londres en 2013, basados en proyecciones de ganancias relacionadas con los descubrimientos de yacimientos de gas.

El país se sumió en una crisis de deuda cuando los precios del petróleo y el gas cayeron entre 2014 y 2016. Sin embargo, las soluciones propuestas por prestamistas internacionales para rescatar a la nación se basaron en el pago de los préstamos mediante futuros ingresos procedentes del gas.

Surinam, por otra parte, enfrentó una situación similar después de no cumplir con el pago de su deuda. En 2020, llegaron a un acuerdo que otorgó a los acreedores el derecho a recibir casi el 30% de los ingresos petroleros del país hasta 2050.

Sharda Ganga, directora del grupo de la sociedad civil Projekta en Surinam, esperaba que el acuerdo se hubiera mantenido en consonancia con los compromisos climáticos del país. Sin embargo, esto no sucedió. 

A medida que la deuda se volvió insostenible, la misma comenzó a dominar todas las decisiones políticas y eso impacta las vidas de los ciudadanos de todas las formas posibles. Por lo tanto, ganar dinero lo más rápido posible para pagar a los acreedores se convirtió en la principal prioridad. Esto significó que ya no haya lugar para la paciencia ni para preocuparse por cuestiones como la sostenibilidad o la justicia climática.

Aunque el objetivo de triplicar la energía solar para 2030 y lograr una mayor eficiencia energética con los autos eléctricos para reducir las emisiones de CO₂ son metas que los anfitriones de la próxima cumbre mundial sobre el clima en Dubai —programada para finales de noviembre y diciembre de este año—, han establecido para mitigar los efectos del cambio climático, existe otra parte del planeta que ni siquiera lo considera en su agenda de prioridades.