A lo largo de las sucesivas Conferencias de las Partes, conocidas como COP, se han ido introduciendo nuevos elementos en las negociaciones de los acuerdos internacionales para afrontar retos significativos en la financiación y adaptación del cambio climático.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en el año 1992, reflejó el consenso internacional a la hora de abordar el problema de la crisis climática. Durante dicha Conferencia, se creó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que fue firmada inicialmente por 166 países y entró en vigor finalmente el 21 de marzo de 1994.
Acuerdos internacionales que dieron el primer paso
El Protocolo de Kioto se erige como la materialización de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En su momento, representó el primer compromiso global para contener las emisiones responsables del calentamiento global, sentando las bases para futuros acuerdos internacionales sobre cambio climático. A pesar de que fue firmado el 16 de marzo de 1998, su entrada en vigor se materializó, posteriormente, el 16 de febrero de 2005.
A lo largo del proceso negociador iniciado en 1992, se alcanzaron hitos significativos en eventos como las Conferencias de las Partes (COP). Se destacan los siguientes:
- El establecimiento del objetivo para los países desarrollados de aportar 100.000 millones de dólares para proyectos de financiación climática en países en vías de desarrollo.
- La formalización del objetivo de limitar el incremento de la temperatura global por debajo de los 2 °C respecto al nivel de la era preindustrial.
- El inicio del grupo de trabajo de la Plataforma de Durban (Ad Hoc Working Group on the Durban Platform) marcó un hito clave en la lucha contra el cambio climático.
Este grupo opera a través de dos vías estratégicas:
- Workstream 1, dedicada a forjar un acuerdo climático global y vinculante para el período posterior a 2020
- Workstream 2, orientada a elevar la ambición climática antes de 2020.
- El lanzamiento de la Alianza de Marrakech para la Acción Climática Global marcó un hito significativo. Esta iniciativa no solo fue el punto de encuentro, sino también la plataforma crucial que potenció la participación activa de la sociedad civil. Desempeñó un papel fundamental al involucrar a diversos sectores en el proceso global de acción climática.
¿Y qué sucedió con el Acuerdo de París?
El 12 de diciembre de 2015, se dio luz verde al texto del Acuerdo de París, un pacto con fuerza legal que integró todos los elementos fundamentales para erigir una estrategia global de lucha contra el cambio climático en el período posterior a 2020.
Este acuerdo histórico materializó un compromiso a escala mundial para enfrentar los desafíos inherentes a este fenómeno, marcando un punto de inicio en los esfuerzos colectivos por preservar nuestro planeta.
Algunos de los objetivos establecidos en el Acuerdo englobaron las siguientes cuestiones:
- Objetivos a largo plazo. El acuerdo estableció una meta ambiciosa de limitar el aumento global de la temperatura a finales de este siglo a menos de 2 °C con respecto a los niveles de la era preindustrial, considerando incluso la posibilidad de reducir este límite a 1,5 °C. Este enfoque a largo plazo es fundamental para abordar los desafíos del cambio climático de manera efectiva.
- Contribuciones nacionales. Los países firmantes se comprometieron a presentar Contribuciones Climáticas Nacionales, sujetas a actualizaciones periódicas. Esta disposición busca elevar progresivamente el nivel de ambición, asegurando un esfuerzo colectivo para alcanzar los objetivos a largo plazo establecidos en el acuerdo.
- Intercambio de reducciones de emisiones y señal de precio al CO₂. El acuerdo permitió el intercambio de emisiones entre países y respaldó el desarrollo de esquemas de precio al carbono. Bajo la categoría de enfoques cooperativos, se abrió la puerta a la transferencia internacional de resultados de mitigación (comercio internacional de emisiones) y la creación de un mecanismo de desarrollo sostenible.
- Financiación. Se mantuvo la obligación de los países desarrollados de liderar las contribuciones financieras, pero se introdujo una novedad al instar a otras partes a brindar apoyo financiero de manera voluntaria.
Esto reflejó un llamado a una colaboración más amplia para cumplir con la ambiciosa meta de alcanzar 100.000 millones de dólares anuales en financiamiento climático para 2020.
- Monitorización, reporte y verificación. Se estableció un marco de transparencia no intrusivo y no punitivo para la monitorización, reporte y verificación de las actualizaciones realizadas por los países.
Además, a partir de 2023, la Organización de las Naciones Unidas comenzó a realizar evaluaciones quinquenales sobre la implementación del acuerdo, abordando aspectos como el impacto de las contribuciones climáticas, la movilización de recursos financieros y tecnológicos, y las previsiones de temperatura del planeta, entre otros.
- Transferencia de tecnología. Se reconoció la necesidad de acelerar la transferencia tecnológica hacia los países en desarrollo. Se anunció el compromiso de utilizar mecanismos técnicos y financieros disponibles para este fin.
Asimismo, se delinearon medidas concretas para fortalecer el mecanismo existente, el cual, basándose en las necesidades tecnológicas para alcanzar una trayectoria de emisiones compatible con el objetivo de limitar el aumento de temperatura a 2 °C, estableció los principios que incentivan su implementación en los países en desarrollo.
- Adaptación. Se instó a las partes involucradas a realizar una planificación adecuada e implementar medidas de adaptación. Para los países en vías de desarrollo, se destacó la necesidad de apoyo financiero y técnico para llevar a cabo estas acciones.
A lo largo de más de 25 años, con la celebración de La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro en 1992, se han firmado diversos acuerdos internacionales en la búsqueda de un consenso para luchar contra el cambio climático.