A menos que los gobiernos tomen medidas, el cambio climático continuará dañando a toda la población por igual, sin importar género, raza, situación económica o condición social. Sin embargo, es muy probable que los efectos sean mucho más pronunciados para determinadas comunidades y grupos, y para quienes forman parte de poblaciones desfavorecidas y sometidas a discriminación.
En este artículo desarrollaremos como el impacto del cambio climático afecta a ciertas regiones y analizaremos qué medidas se deben tomar al respecto para mitigar sus consecuencias.
¿Cuáles son los grupos más perjudicados por el cambio climático?
La crisis climática tiene efectos significativos en diversos grupos de población y ecosistemas alrededor del mundo. Si bien todos estamos expuestos a sus consecuencias, existen ciertos sectores y comunidades que son más vulnerables y sufren un mayor impacto.
Las poblaciones de los países en desarrollo, especialmente aquellas que se encuentran en las zonas costeras o en pequeños Estados insulares
Quienes viven en países más pobres o subdesarrollados—sobre todo si son regiones situadas a baja altitud—ya están (y estarán) entre los más desfavorecidos ante los fenómenos climáticos extremos. Con frecuencia, quienes menos contribuyen al daño del medio ambiente son los que más sufren las consecuencias negativas.
Esto es debido no solo a su exposición a catástrofes relacionadas con el clima, sino también a factores políticos y socioeconómicos subyacentes que amplifican los efectos de tales fenómenos.
Las consecuencias del colonialismo y su legado de distribución desigual de los recursos entre los países han reducido la capacidad de los estados más pobres de adaptarse a los impactos adversos de la varianza climática.
Según el Banco Mundial y el Banco Asiático de desarrollo, Pakistán, que ha sido responsable del 0.4% de las emisiones históricas de efecto invernadero desde 1959, figura como uno de los lugares del mundo más vulnerables frente a cualquier secuela climática. Solo las inundaciones del año 2022 le han causado al país al menos 1.600 muertes y le han costado al menos 10.000 millones de dólares estadounidenses.
![Cambio climático](https://test.precios-justos.org/wp-content/uploads/2023/07/gestion-residuos-ecologico-selva-amazonica.jpg)
Comunidades que sufren racismo ambiental
Las repercusiones climáticas y la contaminación asociada a los combustibles fósiles tienen, además, una magnitud distinta en función del origen étnico cuando las decisiones sobre políticas ambientales minimizan a las personas de color y a otras que sufren discriminación étnica, religiosa y lingüística, o las excluyen de los puestos de liderazgo en el movimiento ecologista.
En Norteamérica, las comunidades de bajos recursos y de color son las más perjudicadas por el cambio climático en términos de calidad del aire. Estas poblaciones a menudo se encuentran ubicadas en áreas cercanas a centrales eléctricas y refinerías, lo que aumenta la exposición a contaminantes tóxicos. Como resultado, tienen índices notablemente más altos de enfermedades respiratorias y cáncer.
Es importante destacar que las personas afroamericanas en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de fallecer debido a la contaminación atmosférica que la población general. Esto refleja las disparidades ambientales y la injusticia ambiental que existen en el acceso a un entorno saludable y limpio.
![Cambio climático](https://test.precios-justos.org/wp-content/uploads/2023/07/contaminacion-industrial-cambio-climatico.jpg)
Mujeres y niñas marginadas
Las mujeres y niñas marginadas son otro grupo de la población que se ve especialmente perjudicado por el cambio climático. A menudo se encuentran en roles y empleos que dependen de los recursos naturales y enfrentan obstáculos adicionales para adaptarse a los impactos del cambio climático. Además, suelen tener acceso limitado a recursos técnicos y económicos, lo que dificulta su capacidad para hacer frente a los impactos negativos del clima.
Niños y jóvenes
Los niños y jóvenes son especialmente vulnerables y están sufriendo debido al cambio climático. Su metabolismo, fisiología y necesidades de desarrollo específicos los colocan en una situación de mayor riesgo. Esto significa, por ejemplo, que es probable que el desplazamiento forzado que experimentan las comunidades y que repercute en toda una serie de derechos—desde el acceso al agua, el saneamiento y la alimentación hasta obtener una vivienda adecuada, salud y desarrollo—tenga efectos dañinos en los niños y jóvenes.
¿Quiénes tienen la responsabilidad de detener y mitigar los impactos negativos del cambio climático?
La crisis ambiental que está perjudicando a todo el planeta tiene repercusiones negativas en todas las poblaciones y, por lo tanto, todos deben actuar y luchar contra el mismo para minimizar, frenar y detener sus secuelas.
La acción de los Estados
Los Estados tienen la obligación de tomar medidas para mitigar los efectos negativos del cambio climático, adoptando las acciones más ambiciosas posibles para evitar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el menor tiempo posible. Aunque se espera que los Estados más ricos lideren en este ámbito a nivel nacional e internacional, todos los países deben tomar medidas razonables para reducir las emisiones de acuerdo a sus capacidades máximas.
El papel de las empresas
Las empresas también tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos de la población. Para cumplir con esto, deben evaluar los posibles impactos de sus actividades en sus derechos y tomar medidas para evitar repercusiones negativas. Además, también es importante que tomen acciones para remediar los abusos contra los derechos humanos en los que participan o contribuyen, ya sea por sí mismas o en colaboración con otros actores.
Conclusiones
Ayudar a detener el cambio climático y sus impactos es crucial porque afecta a todas las personas por igual, tanto a nivel individual como colectivo, y abarcan diferentes aspectos de nuestras vidas.
Todos podemos contribuir a través de acciones individuales, como reducir nuestra huella de carbono, promover prácticas sostenibles y abogar por políticas ambientales sólidas. Juntos, podemos marcar la diferencia y crear un mundo más resiliente frente a la crisis ambiental.