¿Qué pasa con la capa de ozono en Tierra del Fuego?

¿Qué pasa con la capa de ozono en Tierra del Fuego?

A fines de septiembre, los portales web de todos los diarios argentinos amanecieron con los mismos titulares en sus portadas: el agujero de la capa de ozono se posó sobre la provincia de Tierra del Fuego. La advertencia fue realizada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y sirvió como un recordatorio a la población mundial de que, a pesar de los resultados alentadores de los últimos años, este desafío ambiental aún no ha sido superado por completo. 

De hecho, los expertos del SMN y de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, consideran que la superficie del hueco en la capa de ozono de 2023 podría alcanzar, e incluso superar, los niveles récords de 2015. En la actualidad, el agujero tiene más de 24 millones de kilómetros cuadrados. En 2015, la marca límite había llegado a los 25.6 millones de kilómetros cuadrados. 

Teniendo en cuenta que la temporada aún no ha concluido, esta tendencia creciente es realmente preocupante. 

¿Por qué el agujero en la capa de ozono ha vuelto a crecer?  

Cada año en el hemisferio sur del planeta, el agujero en la capa de ozono comienza a formarse a mediados de agosto y vuelve a cerrarse cerca de finales de noviembre. Pero este año registró sus niveles más bajos durante los meses de julio y agosto. La comunidad científica cree que una de las explicaciones de este cambio podría ser la reciente erupción del volcán submarino Hunga Tonga. 

Este evento natural tuvo lugar a finales de 2022, cerca de la costa de una de las 170 islas que conforman el país Tonga, ubicado en el Océano Pacífico Sur. La erupción desencadenó un notable aumento en la concentración de vapor de agua en la atmósfera, propiciando una serie de reacciones químicas que dieron origen a nubes en los polos que debilitaron la capa de ozono. 

 Pero más allá de esta catástrofe climática inusual, los expertos advierten que no hay que minimizar el papel de las industrias que, a pesar de los compromisos establecidos durante la firma del Protocolo de Montreal en el año 1989, continúan liberando sustancias químicas nocivas que representan una amenaza constante para esta barrera protectora de la Tierra.

El Departamento de Ambiente del Reino Unido propone otra explicación: el calentamiento global. Según sus expertos, los gases contaminantes provenientes de la quema de combustibles como el petróleo y el gas provocan una baja en las temperaturas de la estratósfera. A su vez, esto genera la disminución de los niveles de ozono, especialmente en las regiones polares.

¿Cuáles son los riesgos del agujero en la capa de ozono?

La aparición temprana y con una magnitud mayor del agujero en la capa de ozono, representa una serie de riesgos para la vida en el planeta. Al verse disminuida esta capa protectora, los rayos ultravioleta (UV) del sol llegan a la superficie terrestre de manera más intensa. En los seres humanos, la sobreexposición a la radiación UV puede generar quemaduras solares y aumentar considerablemente la incidencia del cáncer de piel. 

Pero no solo los seres humanos están en riesgo. Sin su filtro natural, la radiación UV puede dañar los ecosistemas, provocando la desaparición de especies marinas y terrestres y alterando los ciclos habituales. A su vez, el agujero en la capa de ozono podría dañar los cultivos, disminuyendo la producción de alimentos y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria a nivel mundial. 

Pero tal vez el mayor peligro de la disminución de la capa de ozono tiene que ver con su interacción con el cambio climático. Algunos científicos sostienen que el calentamiento global está debilitando la capa de ozono y que este vaivén podría crear un círculo vicioso en el que, a medida que el planeta se calienta, la capa de ozono disminuye. En consecuencia, mientras más grande sea el agujero, más aumentará la temperatura de la Tierra. 

¿Cómo proteger el futuro de la capa de ozono?

Los responsables del programa de la Unión Europea Copernicus, que llevan a cabo la observación y monitorización de la Tierra advierten que el crecimiento del agujero en la capa de ozono no debería usarse para minimizar los logros de las medidas ambientales adoptadas en el Protocolo de Montreal. 

Por el contrario, los expertos consideran que regulaciones como la prohibición de sustancias contaminantes como los compuestos clorofluorocarbonados han evitado que las condiciones actuales sean aún peores. De hecho, gracias a estas medidas, las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son optimistas. De mantenerse las políticas actuales, la capa de ozono podría recuperar los valores de 1980, en el año 2040. En el Ártico, en cambio esto se espera recién para 2045 y en la Antártida la recuperación total podría llegar en 2066.