La temperatura nocturna está aumentando de forma más acelerada que las diurnas, con impactos significativos en el clima y el medio ambiente. Este fenómeno ya ha sido observado por científicos y expertos del clima que creen que pueda tener cierta relación con el cambio climático.
En este artículo analizaremos cómo esta variación en las temperaturas puede estar relacionada con los eventos climáticos que se suceden en la actualidad.
El cambio climático y las temperaturas nocturnas que preocupan a la ciencia
Los científicos y expertos del clima han observado en los últimos años un patrón que puede estar relacionado con los eventos climáticos extremos, como la ola de calor, que ha afectado en más de una oportunidad al noroeste de Estados Unidos y parte de Canadá.
Esto ocurre porque al aumentar las temperaturas mínimas, normalmente las que se dan durante la noche, se están acelerando en comparación con las temperaturas máximas, las que suceden durante el día. Es decir, las noches terminan siendo más cálidas de lo normal.
Las máximas y las mínimas en la ola de calor de Estados Unidos en el 2021
El mes de junio del año 2021 fue, desde que se llevan registros, uno de los periodos más calurosos en EE. UU. y Canadá. Hubo miles de personas afectadas por el calor extremo y varias perdieron la vida por la misma causa.
Durante finales de junio y principios de julio, la temperatura experimentó una intensificación extraordinaria en Estados Unidos y Canadá, dando lugar a la formación de un domo de calor. Este fenómeno provocó un aumento sin precedentes de las temperaturas en ambas naciones. En la región de la Columbia Británica, Canadá, se alcanzó una máxima histórica de 49,6 °C, superando en más de cuatro grados el récord nacional previo de 45 °C.
En Portland, Oregon, un estado conocido por ser muy lluvioso, las temperaturas llegaron a los 46,1 °C, 44,4 °C y 42 °C durante tres días seguidos. Los incendios forestales en este estado quemaron casi 150 mil hectáreas, provocando miles de evacuaciones.
Según los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Administración Oceanográfica y Atmosférica, durante la última semana de junio, se rompieron los récords de temperatura máxima unas 1.328 veces en todo EE. UU. Estas cifras se basaron en las mediciones diarias recopiladas por las estaciones de monitoreo distribuidas en todo el país.
En cuanto a las temperaturas mínimas, las mismas batieron récords máximos, unas 1.602 veces durante el mismo período. Esto indica que las variaciones en las temperaturas mínimas también están siendo significativas y merecen especial atención en el análisis del cambio climático. La frecuencia de estos eventos récord en ambas categorías destacaron la necesidad de comprender y abordar los efectos del cambio climático en todas las facetas del clima.
¿Por qué la temperatura aumenta por las noches?
Un estudio realizado por Daniel Cox y su equipo del Instituto de Sustentabilidad y Ambiente reveló la asimetría en el calentamiento entre las temperaturas nocturnas y diurnas. Durante el período de estudio entre 1983 y 2017, se encontró que el 54% de la superficie terrestre experimentó un aumento mayor de 0,25 °C en las temperaturas nocturnas en comparación con las diurnas.
El aumento de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero está provocando un incremento tanto en las temperaturas máximas como mínimas, con una mayor tendencia en las nocturnas. Esto se relaciona con la presencia de nubes y la humedad. Estas masas que están suspendidas en la atmósfera actúan como «mantas», atrapando el calor y haciendo que las temperaturas nocturnas aumenten más rápido en regiones con mayor incremento de nubosidad. Por otro lado, en zonas sin nubes, el clima se vuelve más seco y caliente durante el día, pero la temperatura disminuye por las noches al liberarse el calor.
El estudio advirtió que el aumento de eventos extremos, como las olas de calor, sería más común a medida que los niveles de gases de efecto invernadero aumenten en la atmósfera. Además, las temperaturas más altas durante la noche pueden tener implicaciones en el medio ambiente, afectando la fotosíntesis y la respiración de las plantas, así como en la salud humana. Los cuerpos pueden enfrentar dificultades para enfriarse, lo que puede llevar a mareos, náuseas, desmayos y sudoración en picos de calor extremo, y en casos extremos, puede producirse un golpe de calor, requiriendo asistencia médica.
¿Cómo relacionamos este fenómeno con el cambio climático?
Lo que conocemos hasta el momento es que el planeta se ha calentado aproximadamente unos 1,2 °C desde que comenzó la era industrial. El año 2020, ha sido el segundo año más caluroso de la historia, superado solo por el 2016.
Si el ritmo de calentamiento continúa en ascenso, tal como aumentan las temperaturas, el planeta podría superar el umbral de 1,5 °C entre 2030 y 2052, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.Es por ello que los científicos trabajan arduamente para poder predecir la emergencia climática y entender cómo esta puede afectar al planeta.
Eventos tan extremos como el domo de calor o las inundaciones inesperadas en Alemania y Bélgica están haciendo pensar a los expertos que las proyecciones se están quedando cortas y que se debe tomar medidas más rápidas.
Conclusiones
Entender cómo el cambio de la temperatura nocturna se relaciona con el cambio climático y los eventos extremos será la clave para poder desarrollar estrategias efectivas de mitigación y adaptación frente al cambio climático.
Los científicos siguen trabajando arduamente para poder predecir y entender cómo esta varianza en el clima afecta al planeta, con la esperanza de que se puedan tomar medidas urgentes que protejan el medio ambiente y el futuro de las siguientes generaciones.